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martes, 13 de julio de 2010

HISTORIA DEL TIO CUCO. PARTES 1 Y 2

HISTORIA DEL TÍO CUCO. PARTE I

Con este título la conocemos la gran mayoría de los tordesilanos. Y para quien no la conozca aquí se la presentamos.
De esta historia existen muchas copias, que a lo largo del tiempo han ido modificando el texto original (añadiendo palabras, frases, o haciendo desaparecer versos, etc). Nuestro objetivo es publicar en ésta y sucesivos números de la revista la verdadera historia lo más completa posible. En principio, esta parte que os presentamos creemos que es copia del original,en este momento desaparecido.
Pero nos gustaría que, si alguien tuviese en su poder alguna otra copia, nos la hiciese llegar para poder cotejarla y completar en caso de que faltase algo.
En estos momentos estamos realizando un estudio del por qué de esta obra, quién la escribió y por qué se la conoce con este nombre...
Estamos abiertos a todo tipo de sugerencias o cualquier aportación que queráis hacernos llegar.


Los amores de un Serrano / o sea, un paso de comedia / entre un maestro de molino / y Juana, su lavandera.
Cuando se empieza una obra / todo buen cristiano hace / al ponerla primer piedra/ lo primero santiguarse.
Eso debo yo de hacer / al empezar el discurso, / pedirle antes el permiso / a mi Dios, poderoso y justo.
¡Señores! Tenga paciencia / y una poca de atención / que sele va a dar principio / a esta nueva introducción:

Juana:
buenos días señor maestro.
Maestro:
bienvenida seas, Juana
Juana:
Ya está aquí la ropa limpia. / Que sucia era ayer mañana. / Pa que se vistan de limpio / a fines de la semana.
Maestro:
Me alegra Juana que seas / desemperazada y ligera / Si puede ser que no te de / nunca el trillo en la rabera.
Juana:
Si viera usted cual estoy / desde que he hecho colada. / ¡Jesús, cuando he trabajado! / ¡Pero que resucia estaba!
Maestro:
Ya sabes Juana, que este oficio / es un puro marranada. / Pero eso el último día / con la propina se apaña.
Juana:
Muchas gracias señor Maestro. / No tengo queja de nada. / Siempre me darán ustedes...
Maestro:
¡Oye, Juana! / ¿Pero es qué es broma? / ¿no te damos todos los años / un regalito a última hora?
Juana:
¡Vaya si me dan ustedes. / Un regalo de palabra, / o una cosa parecida / al retrato de la nada.
Pero no obstante, maestro. / Yo no lavo por regalo, / que lavo por el jornal / que tenemos concertado.
Demasiado se que ustedes / son unos pobres serranos, / que ni tampoco una perra / me pueden dar de regalo.
Maestro:
Tienes muchísima razón, / que no te podemos dar. / Ya ves tú lo que nos cuesta, / y a más, que es corto el jornal.
Juana:
Y que a los pobres nos pasa / como dice un refrán, / siempre está la voluntad /en donde no hay na de dar.
Maestro:
¡Oye, Juana!
¿Sabes de que he oído / de que hablas con un serrano / del pueblo de Tordesilos? / Con intención de casarte.
Y juzgo en tu casamiento... / Que acaso no más será / solo por pasar el tiempo.
Juana:
Gracias a Dios señor Maestro.
¿También ha llegado ya / a su oído esa noticia? / No hace que le di palabra / ni tampoco cuatro días.
Maestro:
¿Y que te llama a ti Juana / amores con un serrano?
Juana:
¡Qué cosas tiene usted maestro! / ¡Jesús! ¡que barbaridad! / ¿Es que no serán ustedes / hombres como los demás?
Maestro:
Si, pero el amor de los serranos / es como el de la golondrina, / que en llegándole su tiempo / para su tierra camina.
Juana:
Que camine o no camine / palabra nos hemos dado / de casarnos en abril / y a su terreno ir en mayo.
Maestro:
Y, ¿qué te lleva a ti Juana / el marchar a aquel terreno? / Sabiendo que es pobre y frío. / Como... ¿no lo estás oyendo?
Acuérdese de otro refrán / que es viejo y muy verdadero: / de que "cada gallo canta, / si puede en su gallinero".
Juana:
Es verdad lo que usted dice. / Pero esta vida tan tuna, / de estar sujeto a una losa / como Cristo a la columna.
Yo la llevo muy a mal, / y es una vida perversa. / Todo el año con los trapos / y de invierno aceitunera.
Y que él, me ha dado palabra / como la da un fiel amante. / De que no iré a la aceituna / ni a lavar trapos de nadie.
Maestro:
Y que puedes estar segura / de que no te engañará. / Pero en cambio tendrás que ir / en el agosto a segar.
Cuando el sol abrasador / desde las diez a las cuatro. / Le hace echar el kilo a toda / persona que está en el campo.
Y en el invierno habrás de hacer / cuando cae una nevada, / quitar nieve de la puerta / si quieres salir de casa.
Juana:
A mí no me importa nada. / Por que estoy acostumbrada / a tomar de lleno el sol / y en invierno las heladas.
Maestro:
¿Pero no había de haber / uno de tu par igual / con quien pudieras casarte / sin salir de tu lugar?
Juana:
Aquí están los casamientos / pa no poderlos mirar. / Pues, ¿no ve usted con frecuencia / a los hombres del jornal?
De noche en casa de juego / o en la mesa del billar. / Y si no al café cantante / y allí se queda el jornal.
Y al otro día siguiente / su quiere aviar la capacha, / tienes que comprar de empeño / en la tienda o en la plaza.
Sin contar de que al invierno / si se emboca un temporal, / tiene que empeñar botines / capa sombrero y demás.
Aquí son todos los hombres, / como usted bien lo sabrá, /espléndidos, informales / y amigos de cortejar.
Enemigos del trabajo / y amigos de señorear. / Y entre los vicios y el lujo / están todos pa pelar.
Así es que, quiero a un serrano. / Que son por lo regular /económicos, formales / y muy decentes pa hablar.
Voluntarios pa el trabajo / y pa todo muy duchos. / Y el noveno mandamiento / también lo respetan mucho.
Así que, no me moleste usted. / Porque yo estoy decidida / a casarme con serrano / y vivir en serranía.
Maestro:
Ya ves que está en mi deber, / y por eso no te enfades. / De que yo te de un consejo / basta de que no tienes padres.
Juana:
Todo lo agradezco yo. / Pero ya no puede ser, / mi palabra es mi palabra / por más de que soy mujer.
Maestro:
Firme estás como muralla. / Con este chico babiano. / Porque todo que hablo yo / reconozco que es en vano.
Juana:
Más le valía a usted maestro / hablarme de Tordesilos, / que yo me vaya enterando / del pueblo de mi querido.
Maestro:
Ya sabes que aunque poco / puedo hablar de Tordesilos. / Que aunque de él no soy pedal / los datos son positivos.
Y una vez que tu ya entiendes / algo de geografía, / te diré donde esta el pueblo / sus producciones y el clima.
Juana:
A mi no se me molesta. / Al igual que es al contrario, / que na más quisiera hablar / del pueblo de mi enamorado.
Maestro:
Pues mira Juana....
Continuará...........


HISTORIA DEL TÍO CUCO. PARTE 2

Maestro
Si no tienes mucha prisa
siéntate en esta capacha
mientras muele el oficial
y cargan el primer cargo.

Pues basta de que eres Juana,
te explicaré con franqueza
la vida de Tordesilos
si tú me escuchas atenta.

Al norte de la Celtibérica
en un rincón de Castilla
sita el referido pueblo
en el partido Molina.

Allá en el siglo XIV
se fundó en este partido
en una ribera seca
el pueblo de Tordesilos.

Sito encima de una roca
en una solana cuesta
su frente le da al sur
y en ningún mapa se encuentra.

Juana
Y que tiene usted razón.
Por cierto ayer miré
en el mapa de doña Inés
y no lo pude encontrar
es decir, que allí no esta.

Maestro
En doscientos cincuenta años
llegó a sesenta vecinos
y ahora ya lo cuentan
con sus doscientos y pico.

Linda el referido pueblo
con Aragón por el este,
Alustante tiene al sur
y Tordellego al oeste.

Su terreno es alto y frío.
Sus aguas van a Lisboa
menos la que se va pro el Soto
que se dirigen a Tortosa.

No tiene río ni fuente
hay muy pocas humedades,
gastan el agua de pozos
los aires son saludables.

Su clima es bastante frío
por ser el invierno largo,
la primavera agradable
y templado es el verano.

Su labor tardía y floja
excepto algunas cañadas
que tiene bastante cuerpo
por el arrastre de aguas

Su producto regular,
ni es demasía ni escaso,
se cría trigo muy fino
y muchas clases de grano.

El tocino es muy sabroso,
las carnes son regular,
se cría bastante caza
y muchas aves de corral

Es muy pobre en ubaldíos
y escaso en ganadería,
y esto le será una escala
para ser pronto pardiña.

Tiene muy poquita sierra
y en ella un notable cerro,
porque encierra en sus entrañas
hermosas minas de hierro.

Tiene una dehesa bonita
nada más que es muy pequeña
toda poblada de robles
y le llaman la Madueña.

Para quemar leña mala
ese pueblo donde peor,
y fuera mejor si hubiera
mejor administración.

No hay ninguna casa de campo
ni aún siquiera un ventorro malo
nada más hay parideras
donde se cierra el ganado.

Cuenta diecisiete pozos
para el abasto del agua
y con tres hermosas fuentes
y al paso con nueve balsas.

No goza ese pueblecillo
de ningún buen adelanto,
no tiene ferrocarril
arrecife, ni telégrafo.

Los hombres son arenosos
y de muy poco carácter,
y a todo lo que se ponen
le suelen dar muy buen arte.

Lo general son melsudos
y enemigos de quimeras
gastan algo de malicia
y vicios si tuvieran perras.

Y si alguna vez se pegan
o suele haber algún ruido,
aunque intervenga el Juez
todo lo apañan con vino.

Juana
¡Oh!, ¡que licor tan hermoso!
Cuanto enfurece y amansa,
que hasta el código del Juez
en su articulo le manda.

Maestro
Hablan muy correctamente
el idioma castellano.
El que inventó en el siglo XII
Alfonso X el Sabio.

Por más que son castellanos
y visten como en Aragón
desde veinte años pa bajo
gastan boina y pantalón.

Adoran a un solo Dios.
Respecto a la religión,
de católicos se visten
Pero por dentro no son.

Tiene una gran parroquia,
que la llaman la Asunción
cuatro ermitas, diez pairones
y San Roque por patrón.

También son poco festeros
ni aún respetan ni domingos.
Las pocas fiestas que guardan
todas son fiestas de vino.

No se distraen con toros
con café ni con teatro,
ellos todas distracciones
son el guiñote y el jarro.

En habiendo cuatro o seis,
se van a un puesto de juego,
si hace bueno en el portal
y sino en el extrafuego

Otros en la calle al sol,
allí forman su trinquete
ponen por silla un peñón
y el santo suelo, el tapete.

Respecto al vicio del tabaco
casi estoy por apostar
que hasta el Peñón se fumaran
si estuvieran el Gibraltar.

Juana
¡Ja ...Ja ...Ja ... ¡

¿Y usted sabe lo que ha dicho?
¡Vaya una barbaridad!
No parece usted de esos
que les gusta el ponderar.

Cuidado con el Peñón.
Tiene de alto...
Y de extensión...

Maestro
Pero, ¿crees qué te engaño?

Hay mujer que a su marido
Porque fume sin parné
de la Madueña le trae
hojas de no se de que

Juana
No se extrañe usted de eso.
Que no es por mal hacer

Maestro
Si vieras tu quien es él
y conocieras bien a tal.
Me río yo no dijeras
vaya una pareja igual.

Juana
¿Y comerciantes hay muchos?.......

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