¿CAJAS DE AHORRO AMIGAS? ¡JA!

Me dirijo hoy a todos aquellos que por uno u otro motivo están cabreados, mosqueados, hastiados, y la palabra tan de moda, indignados... en resumen, más que hartos del a actitud de los bancos y cajas de este país.
En el momento de crisis actual en el que mucha gente se está encontrando en situaciones económicas insoportables, determinadas cajas y bancos de este país impiden por todos los medios a su alcance pagar a sus clientes las cantidades que estos han abonado anteriormente en seguros que les prometían cuando se hicieron que les ayudarían a salir del bache.
Qué ilusos los que los suscribieron y que caraduras los que no pagan. Cada uno de nosotros puede conocer más de un caso.
Pero no, esto no es así, las cajas que se dicen amigas, que supuestamente nacieron de unos ideales de auxilio a los demás, de hecho se autonombraban de ahorros y momento de piedad, ya no son tal cosa.
¡Nos han fallado! Han fallado a los que desde hace más de 50 años confiábamos en ella y dejábamos allí nuestro dinero, a los que han estado trabajando y dejando allí sus ahorros sin unas solas vacaciones en su vida para vivir un poco mejor; estafan a honrados trabajadores que lo único que hacen es trabajar para levantar un país de una crisis a la que nos han llevado ellos; los bancos, las cajas, el gobierno y todos los que ustedes quieran añadir.
Si ya no nos pagan ni lo que es nuestro, si esperan a que la desesperación anide en nosotros, si solo saben de ganancias, dividendos, tantos por ciento ganados, de depósitos y capitales y se olvidan de lo que les hace funcionar que son las personas, mal vamos. Mal no, peor.
Lastima señores, porque la persona que suscribe no podrá hacer mucho, pero sus pocos ahorros no irán a parar a sus arcas bien guardadas con siete candados; mis palabras irán a convencer a todos aquellos que conozco y a todos aquellos que puedan creer en lo que yo digo de que no se les ocurra dejarles sus ahorros porque cuando los vayan a necesitar no se os darán. Ellos cumplen el dicho de:
“Sta. Rita Rita, lo que se da no se quita”.